Páginas

miércoles, 16 de mayo de 2012

-

   

 Hay algo en el sufrimiento infantil que a la gente le resulta insoportable, perturbador, enfermizo. ¿Qué hay en ellas que nos angustia tanto?
Cuando vemos a un niño sufrir se activa en nosotros una norma muy arraigada en nuestra moral más profunda que nos dice que un niño, siendo inocente de toda culpa o pecado, no merece recibir ningún castigo, por lo tanto que sufra es una crueldad que nos obliga a dudar de la justicia divina, desajustándose así los cimientos más básicos de nuestro sistema de valores: culpable -> castigo.

En estos trabajos abordo el tema desde la experiencia propia, hablando del dolor que conozco y que he tenido la oportunidad de experimentar. En este momento me sentí más cómoda trabajando, pues hablaba de algo que realmente tenía un contenido vivo y significativo para mí, hablaba de algo que conocía muy bien, y al explicarlo desde mi vivencia, quizá así era más probable que llegara más fácilmente a otras personas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario